viernes, 17 de mayo de 2024

La situación de Jarrio es LÍMITE

  


SIN Dermatólo,

SIN Urólogo,

SIN Geriatra,

Sin Otorrino,

SIN Neurólogo,

SIN MÉDICOS en Atención Primaria

Hay carencias en el Servicio de Cirugía,

FALTA Anestesistas,

FALTA personal en Rehabilitación,

FALTA personal de Enfermería,

FALTAN Auxiliares,

FALTA personal en administración…

Tenemos las mayores LISTAS DE ESPERA de la CCAA, con la ATENCIÓN PRIMARIA ahora ABANDONADA a su suerte, donde se van cubriendo las faltas y bajas a base de ocurrencias y parcheos.

Esta semana anuncian a bombo y platillo que Traumatología incorpora dos técnicas de tratamiento.... ¿Quién las va realizar?...

La falta de gestion, la inoperancia, la dejacion de funciones, el abandono en el que tienen sumida el Area Sanitaria I el SESPA sobrepasa con creces los niveles soportablesy admisibles, las consecuencias las padecen los usuarios. Semejante ABANDONO tiene sus consecuencias. en muchos casos son fatales.

El NOROCIDENTE dice ¡¡ BASTA YA !!

El domingo, ¡¡TODOS a JARRIO !!, DEFENDAMOS UNIDOS nuestro hospital, nuestros centros de salud y nuestros consultorios. En definitiva, defendamos nuestra SANIDAD PUBLICA, que es nuestro derecho.

jueves, 16 de mayo de 2024

Un informe deja en evidencia el profundo desconocimiento de Mónica García sobre la sanidad española

 

Un tercio de las camas hospitalarias disponibles en España pertenecen a centros privados, que descargan al sistema público de servicio y gasto.

Mónica García, ministra de Sanidad y pretendido azote en la Asamblea de Madrid contra Isabel Díaz Ayuso cuando capitaneaba las huestes de Más Madrid apuntando con el dedo, a modo de pistola, a todo aquel que le disgustaba, ha elegido su gran proyecto como ministra del ramo. Presume de ser medica y madre, de ahí uno de sus apodos más populares: "Mema", pues bien, como médica, madre y ahora ministra Mónica García quiere acabar con el sistema sanitario en España. Y es así porque lo que quiere es terminar con los conciertos público privados para la gestión de hospitales. El problema es que atacar a la sanidad privada en España es tanto como atacar a la sanidad pública, ya que la sanidad pública en España tal y como la conocemos no sería posible ni sostenible sin la labor del sistema sanitario privado.

Un reciente informe arroja cifras que no dejan lugar a dudas sobre esto. Si todos los pacientes que hoy en España acuden a la sanidad privada tuvieran que acudir a la pública, o si todos los hospitales y centros públicos que hoy gestiona la sanidad privada tuvieran que ser atendidos por el sistema nacional de salud, el gasto no sólo se dispararía, sino que las ineficiencias propias del sistema se multiplicarían.

En España, el gasto sanitario privado supone un 3,1% del PIB. El desarrollo de la sanidad privada en España sólo está por detrás de Portugal y Suiza. Es más, del total de gasto sanitario en España casi 3 de cada 10 euros corresponden a la sanidad privada. Dicho de otro modo, la sanidad privada asume un 30% del gasto sanitario total del país. De nuevo, entre los países de la OCDE, España es en el que el sector privado más aporta a la sanidad después de Portugal y Suiza. 

El estudio elaborado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad, correspondiente al pasado mes de abril, aporta el dato del número de personas titulares de una póliza de seguro privado en España y que asciende a 12,42 millones de pacientes. Es decir, más de un cuarto de la población española utiliza los servicios de la sanidad privada frente a la pública. En regiones como Madrid, Cataluña o Baleares, el volumen de pacientes que acuden a la sanidad privada oscila entre el 30% y el 40%. 

Otro dato esclarecedor es el de los funcionarios, a quienes se les da la oportunidad de elegir estar en el sistema nacional de salud (sanidad pública) o en el sistema sanitario privado. Ahí, el 78%, es decir, casi 8 de cada 10 funcionarios eligen la sanidad privada frente a la pública. 

La capacidad del sistema privado de salud para descargar al público es enorme. En 2021 España tenía 438 hospitals privados con una capacidad para 50.574 camas hospitalarias. Pensemos que en total, el número de hospitales públicos asciende a 333, para 108.475 camas. Es decir, hay menos hospitales pero con el doble de camas. 

Y de ese número de hospitales privados y camas privadas, prácticamente la mitad están funcionando bajo la modalidad de concierto, es decir, muchos de esos hospitales atienden pacientes de la sanidad pública mediante concierto o directamente son hospitales públicos de gestión privada. 

En definitiva. Eliminar de la ecuación sanitaria en España a la sanidad privada en su conjunto, o a los acuerdos público-privados para la prestación de servicios sanitarios, dispararían el gasto público por un lado, y por otro, se generarían nuevas eficiencias y más problemas para los pacientes, tal y como han denunciado desde las asociaciones privadas de salud.


Fuente documental:

https://www.libremercado.com/2024-05-16/un-informe-deja-en-evidencia-el-profundo-desconocimiento-de-monica-garcias-sobre-la-sanidad-espanola-7127523/ 

miércoles, 15 de mayo de 2024

Sanidad devuelve el derecho a la asistencia sanitaria total a extranjeros sin papeles

 

Liquida las exclusiones que el Partido Popular aprobó hace 12 años 

El Consejo de Ministros aprobó este martes el proyecto de Ley de Universalidad del Sistema Nacional de Salud, la norma que devolverá el derecho a una atención sanitaria completa y gratuita a cualquier persona que resida en España y que, por lo tanto, terminará con la exclusión total o parcial de la prestación sanitaria pública de cientos de miles de ciudadanos que hace 12 años, en el 2012, acordó el Gobierno del PP con el único respaldo de su mayoría absoluta. La norma, que no entrará en vigor hasta que sea debatida y aprobada por el Parlamento, recupera el derecho a la asistencia sanitaria en España en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos para los españoles que residen en el extranjero, para los inmigrantes que llegan mediante los procesos de reagrupación familiar y para todo extranjero residente es el país, con independencia de que tenga o no papeles. 

Todos ellos tendrán derecho a recibir atención sanitaria integral, gratuita, inmediata y sin trabas ni dilaciones, con independencia de que más tarde, si se comprueba que están cubiertos por cualquier tipo de aseguramiento público o privado, nacional o extranjero, se les puedan refacturar los costes de la atención a estas empresas u organismos. 

La iniciativa legislativa impulsada por el Ministerio de Sanidad, por tanto, ampliará el derecho a la atención sanitaria de todas las personas con nacionalidad española que residen en el extranjero, pero que están desplazadas temporalmente o de visita en el territorio español, así como de los familiares que las acompañen, cuando no tuvieran prevista dicha cobertura de acuerdo con los reglamentos comunitarios o los convenios bilaterales. 

De igual manera, amplía los derechos a la protección de la salud y a la atención sanitaria a los ascendientes (padres y abuelos) de los inmigrantes con permisos de residencia que llegan a España por el procedimiento de reagrupación familiar siempre que estén a cargo de los hijos y siempre que, como en el caso anterior, no exista un tercero obligado legalmente al pago de dicha asistencia. 

En tercer lugar, tendrán derecho a la asistencia sanitaria pública sin límites ni barreras cualquier extranjero que viva en España tenga o no documentos legales para ello. En este paquete la ley especifica que están incluidos los solicitantes de protección internacional, los solicitantes y beneficiarios de protección temporal, las víctimas de trata de seres humanos cuya estancia temporal haya sido autorizada durante el período en que se comprueba si son realmente esta clase de víctimas o mientras deciden si vuelven o no a su país de origen y, en definitiva, los inmigrantes no registrados ni autorizados como residentes en España. En este último caso, recibirán la asistencia gratuita y sin exclusiones (que no genera un derecho de cobertura fuera del territorio español) con cargo a los fondos públicos de las autonomías (las administraciones competentes) siempre que se cumplan estos tres requisitos: no tener la obligación de acreditar cobertura obligatoria de la prestación sanitaria por otra vía, no poder exportar el derecho de cobertura sanitaria desde su país de origen y no existir un tercero obligado al pago. Esto podrá acreditarlos mediante la presentación de una simple declaración responsable, sin menoscabo de que, cuando se resuelva el procedimiento administrativo, si se comprueba que incumplían alguno de los requisitos se le reclamará el abono de la cuenta de la asistencia recibida al tercero obligado al pago. 

Los colectivos excluidos no solo recuperan el derecho íntegro a la atención sanitaria sino también a la prestación farmacéutica. 

El proyecto de ley también establece una «cartera común de servicios única» para todo el país, que agrupará la cartera común básica de servicios asistenciales, la cartera común suplementaria y la cartera común de servicios accesorios. Y garantiza que ningún Gobierno, central o autonómico, podrá establecer nuevos copagos a los ciudadanos por alguno de estos servicios básicos.

martes, 14 de mayo de 2024

Nos equivocamos y pagamos las consecuencias


Rafael Matesanz, fundador y exdirector de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)

Hace un par de años, y tomando como percha el 50 aniversario de mi graduación en medicina, publiqué en estas mismas páginas una columna titulada “Del blanco y negro a la inteligencia artificial”, en la que hacía un repaso de los enormes cambios registrados en la sanidad española durante este medio siglo que he tenido la fortuna de poder observar e intervenir en lo posible en ellos como clínico y gestor sanitario.

Obvio es decir que el balance de la situación era muy positivo y que los avances registrados en cualquiera de los indicadores de salud a lo largo de estas cinco décadas han sido espectaculares, aunque muchos de ellos sean debidos en gran parte a las mejoras de higiene y del nivel de vida en general y no específicamente al sistema nacional de salud. En todo caso, el gasto sanitario público por persona, pese a ser aun claramente inferior al de nuestros vecinos europeos, se ha multiplicado por algo más de 100 (x103,7) mientras que la inflación acumulada en este medio siglo en España ha multiplicado el coste de la vida por 30, es decir, menos de la tercera parte. 

Pero de la avalancha de datos comparativos entre los años setenta y la actualidad que se aportaban en la columna y que nos hacían concluir que “cualquier tiempo pasado…en modo alguno fue mejor, salvo porque teníamos menos años”, había algunos cuando menos inquietantes para los médicos. La comparación del sueldo bruto de un residente a principios de los setenta con los datos proporcionados por la Asociación MIR España para la década actual era de tan solo 30 veces superior, es decir exactamente la inflación, sin contar con que ahora se pagan muchos más impuestos, lo que muestra que desde luego no hemos avanzado mucho en medio siglo. No dispongo de los datos comparativos para los médicos adjuntos ni las enfermeras, pero por lo que yo recuerdo no deben mostrar tendencias muy diferentes.

Los MIR de los años setenta

Para entender los cambios experimentados en nuestro sistema sanitario en los últimos 50 años, es imprescindible poner el foco en el colectivo de los primeros residentes de los años setenta. Eran los estertores del franquismo y este grupo de médicos jóvenes en formación, presentes todavía en contados hospitales, estaba fuertemente politizado y movilizado. Aquellas promociones de residentes, de las que salieron la mayoría de los líderes sanitarios para muchos años, sentarían en gran medida las bases de lo que luego sería el sistema nacional de salud y liderarían ideológicamente los grandes cambios que se avecinaban.

Nadie ponía en duda que era necesario dar la vuelta por completo a un sistema, entonces meramente asistencial, fragmentado y basado mayoritariamente en las cuotas de los trabajadores, en la beneficencia o en la medicina privada, con escasos centros de excelencia situados en muy pocas ciudades, que contrastaban con una medicina muy precaria y elemental en grandes zonas del país.

Efectivamente se acertó en muchas cosas, pero definitivamente no en todas. La opción por un modelo estrictamente funcionarial para el personal sanitario, excluyendo cualquier otro modelo, regulado por un estatuto marco de hace cuarenta años y que ya cuando fue aprobado dio lugar a una conflictividad hospitalaria generalizada, fue un manifiesto error que ni se ha solucionado en todo este tiempo ni tiene viso alguno de solucionarse.

"No descansar hasta que el médico lleve alpargatas"

Aunque fueran estos médicos los inspiradores de la filosofía del modelo iniciado en la transición y estructurado durante los setenta y los ochenta por los gobiernos de UCD y PSOE, lo cierto es que ninguno de los partidos en el poder mostró excesiva confianza en los profesionales sanitarios a la hora de tomar las decisiones realmente importantes. Sin olvidar la excelsa promesa de Alfonso Guerra en 1982 de “no descansar hasta que el médico lleve alpargatas”, ningún profesional sanitario fue ministro/a de sanidad ni en los setenta ni en los ochenta ni en los noventa hasta el nombramiento de Ana Pastor en 2002. Bien está aconsejar, pero las decisiones importantes que las tomen otros no vaya a ser que se vayan a aprovechar.

De entrada, la asimilación a los funcionarios (el médico estatutario no es sino un funcionario sanitario, con menos ventajas laborales que aquellos), ha sido un factor limitante inexpugnable a la hora de plantear mejoras salariales sólidas, porque siempre se pone la excusa de que, si se suben los salarios hasta un determinado tope, habría que hacerlo también a maestros, policías, bomberos o cualquier otro cuerpo que nos podamos imaginar. Fue necesario inventar todo tipo de complementos, atención continuada y no sé cuántas cosas más para compensar unas retribuciones básicas ridículas para una profesión que requiere 12 años de formación para alcanzar una plaza básica. 

"La rigidez de este sistema con tendencia a igualar a todos, trabajen o no, tengan iniciativa o se dediquen a vegetar y con independencia del grado de responsabilidad que asuman, está en la base, junto con las bajas retribuciones, y la politización del sistema, del descontento, burn out o como se le quiera llamar de los profesionales sanitarios y la emigración masiva de los jóvenes a otros países". 

La rigidez de este sistema con tendencia a igualar a todos, trabajen o no, tengan iniciativa o se dediquen a vegetar y con independencia del grado de responsabilidad que asuman, está en la base, junto con las bajas retribuciones, y la politización del sistema, del descontento, burn out o como se le quiera llamar de los profesionales sanitarios y la emigración masiva de los jóvenes a otros países. A nadie puede sorprender que esta situación genere todo tipo de problemas a los que es obvio que no se están poniendo las soluciones adecuadas.

Tras la pandemia

La situación que acabamos de describir afecta a los dos niveles asistenciales, pero tras la pandemia se ha hecho mucho más grave y visible en la atención primaria. Su crisis ya cronificada tiene como síntoma e indicador más palmario el nulo entusiasmo que suscita entre los MIR la elección de esta especialidad.  El número creciente de plazas no cubiertas y en todo caso, su elección mayoritaria en los últimos lugares constituye una manifestación fidedigna por parte de los médicos jóvenes de la opinión que les inspira su incorporación a un sistema rígido, precario, sobrecargado y obsoleto. Se ha perdido la batalla de la buena imagen de la primaria, que era lo último que se podía perder. En todo caso, una estructura fuertemente jerarquizada en la que las decisiones “vienen de arriba” sin muchas o ninguna explicación y sin que muchas veces quienes ocupan ese “piso de arriba”, con las tendencias políticas que toquen en cada momento, tengan la menor idea de lo que gestionan, no es algo que ilusione a nadie y a la vista están los resultados.

No es superfluo pensar que muchas de estas distonías no se habrían producido o al menos no serían tan acusadas si en su momento se hubiera optado por el ejercicio liberal de la medicina, solo o en combinación con el modelo actualmente vigente, permitiendo así a los profesionales sanitarios una autoorganización sin perjuicio de que el estado financie el proceso y marque los estándares necesarios. Tampoco es tan raro porque es el sistema que impera en países tan cercanos en todos los órdenes como Francia o Italia donde un sistema tan rígido como el español simplemente ni se contempla. Sin embargo, cualquier paso en esta dirección en el momento actual supondría escuchar el mantra de la “privatización de la sanidad” al menos unas cien veces al día.

"Si alguna vez nuestros políticos consiguen centrarse en algo distinto a pelearse entre ellos, habrá que poner sobre la mesa el hecho de que el sistema, tal como está hoy concebido está agotado y que, por el mismo camino, lo único que vamos a conseguir es que se deteriore aún más. Ha funcionado bien y afortunadamente durante bastante tiempo, pero ya no da más de sí".

Aparte la obvia necesidad de mejorar muy sensiblemente la financiación del sistema, algo en lo que parece coincidir todo el mundo salvo los que tienen capacidad de llevarlo a cabo, si alguna vez nuestros políticos consiguen centrarse en algo distinto a pelearse entre ellos, habrá que poner sobre la mesa el hecho de que el sistema, tal como está hoy concebido está agotado y que, por el mismo camino, lo único que vamos a conseguir es que se deteriore aún más. Ha funcionado bien y afortunadamente durante bastante tiempo, pero ya no da más de sí.

Nuestro sistema nacional de salud necesita cambios de calado que devuelvan la iniciativa a los profesionales sanitarios, que permitan reconocer el trabajo y el esfuerzo y eso no se logra con una estructura piramidal como la actual. En frase atribuida a Einstein (aunque también a otros autores): "La locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes". Si no cambiamos de rumbo, difícilmente vamos a solucionar nada.

 

Fuente documental:

https://www.redaccionmedica.com/opinion/rafael-matesanz/nos-equivocamos-y-pagamos-las-consecuencias-1101

lunes, 13 de mayo de 2024

Especialistas de ida y vuelta


Las autoridades sanitarias dicen que la espera por una primera consulta en el servicio de Neurología es de 62 días. Pues bien, la realidad es que supera los 11 meses.

Mostramos la carta de citación para una primera consulta de Neurología, fechada a comienzos de mayo, donde se cita al paciente para febrero del próximo año 2025.










Neumología, cuyo profesional está de baja actualmente, y especialidad en la que las anulaciones son masivas en este momento, ha caído desde las 251 consultas en marzo de 2017 a 160 en marzo de 2024. Los datos son innegables.

Medicina Interna ha pasado de efectuar 645 consultas en marzo de 2017 a 387 consultas en marzo de 2024.

El servicio de urología continúa a la deriva, desde que el médico de cabecera solicita una cita para un paciente, a que se concede esa cita pasan meses.

Solo en el último año, el número de consultas pasadas en el mes de marzo en el Hospital de Jarrio ha bajado en más de mil respecto al año anterior.

El número de consultas que se pasa mensualmente en Jarrio ha bajado en casi 3 mil si lo comparamos con las que se llevaban a cabo en el año 2017.

¿Intentan las autoridades que deje de pasarse consulta en el Hospital de Jarrio dejando caer la actividad poco a poco?

Las evidencias hablan por si solas. Llevan 7 años reduciendo la actividad. A este ritmo en 3 o 4 años lo habrán conseguido, para entonces, lo que hasta hace muy poco era el centro de referencia para los vecinos del noroccidente, el Hospital de Jarrio, será un triste recuerdo, que habrán convertido en un gran Centro de Salud, donde se prestaran los mismos servicios que los que ahora tenemos como referencia en los diferentes concejos del occidente, y quien sabe si las pretensiones del Sespa están centradas en transformarlo en otra cosa... tic-tac, tic-tac.

¡¡ ORGANIZATE !!

El próximo domingo día 19, a las 11 de la mañana, tenemos que salir a la calle y decir alto y claro que el noroccidente no tolera más esta situación, que ¡¡ BASTA YA !!, que ¡la salud NO se cancela!

Esto no va de derechas o de izquierdas, se trata de DERECHOS, están juegando con nuestra salud e incluso con nuestras vidas ¿LO VAMOS CONSENTIR?

domingo, 12 de mayo de 2024

La polémica genetista que cuestiona todo lo que nos dijeron del Covid: "Las vacunas se ensayaron con la población"

  

Alexandra Henrion sonríe mucho cuando habla. Mezcla frases en inglés, francés y español. Y, a lo largo de una entrevista de casi dos horas, corrige permanentemente a la traductora. Para ella es importante que se entienda exactamente lo que ha querido decir. Por eso también recurre a notas y a apuntes cada dos por tres, y no para de consultar todo tipo de noticias en su ordenador.

Henrion, que es Doctora en Genética por la Universidad de París Diderot, fue durante dos décadas directora de Investigación del Instituto Nacional de Salud de Francia (Inserm), después de un posdoctorado en la Escuela de Medicina de Harvard (Boston). Durante años realizó importantes aportaciones en el estudio del ARN (ácido ribonucleico), algo que le llevó, según cuenta, a ser "invitada en todo el mundo" gracias a sus trabajos.

Sin embargo, asegura que todo eso cambió con la llegada del Covid-19. A partir de entonces, explica, la prensa pasó a "desacreditarla y tratar de silenciarla" por ir en contra del discurso mayoritario dentro de la comunidad científica.

Entre otras cosas, Henrion sostiene que "el ser humano es responsable de la aparición de este virus". Y se muestra muy crítica con la vacuna, que afirma que no detuvo la epidemia y sí tiene, en cambio, una lista casi interminable de efectos secundarios. Y todo, siempre según su discurso, porque se comenzó a comercializar sin haber pasado la fase de prueba y se vendió por los gobiernos del mundo como "la única opción posible".

Ahora acaba de publicar en nuestro país Los aprendices de brujo. Un libro en el que relata "todo lo que se nos oculta sobre el ARN mensajero" utilizado en las vacunas del Covid, que está basado en decenas de estudios científicos que ella misma referencia en la publicación. En Francia ha sido un bombazo: más de 130.000 copias vendidas que la han catapultado al número uno. Pero también ha generado una gran polémica.

El libro, eso sí, incluye una nota del editor que explica que Henrion trata de establecer "un análisis y una posición crítica" respecto a la vacuna del Covid. Y, aunque admite que "en determinados aspectos, se sitúa en una posición contraria a la del Consejo Científico", explica que "no debe ser considerado como una incitación a rechazar vacunas, sino como una contribución a la reflexión general sobre este tema".

Pregunta: Empecemos por lo más simple. ¿Podría darme una explicación básica de qué es el ARN y qué es el ARN mensajero?

Respuesta: Son definiciones muy abstractas, así que lo ideal es que cada uno lo comprenda a su ritmo. Por eso escribí el libro. Pero, en resumen, el ARN es un lenguaje genético de la vida, cuya función es ser el intermediario entre el ADN y las proteínas. Si utilizamos como ejemplo un ordenador, el ADN sería el disco duro. Las proteínas serían todo el equipamiento, desde la pantalla a los botones. Y el ARN se encargaría de la conectividad. Y por otro lado está el ARN mensajero, que es uno de los tipos de molécula que hay en esta gran familia y tiene la instrucción de producir una proteína.

P: ¿Cuáles son las diferencias entre ARN natural y el ARN artificial que se usó en las vacunas del COVID?

R: El ARN artificial tiene un idioma genético diferente, y es mucho más resistente a la degradación. Meses después de la inyección de la vacuna lo seguimos viendo en el cuerpo. Y, con la información de la que yo dispongo, no sabemos cuánto tiempo dura en nuestro organismo.

P: Usted habla de que el ARN tiene un potencial muy grande para muchas cosas, incluida la cura de enfermedades. Explíqueme por qué.

R: Se han conseguido tratamientos con ARN que han sido exitosos. En el libro, de hecho, menciono 12 medicamentos que están hechos a base de ARN, que han salido al mercado y están aprobados. Pero jamás se han aprobado medicamentos ni vacunas con ARN mensajero. A lo largo de 20 años se hicieron varios intentos, pero nunca pasaron de la fase dos en los ensayos clínicos de las cuatro que hay.

Pero lo importante no es lo que yo diga, sino yo lo que dicen los dirigentes de, por ejemplo, Pfizer y Moderna. En su día aseguraron que sabían lo que estaban haciendo y conocían bien el tema, pero era falso. De hecho, en marzo de 2022 el director general de Pfizer declaró en el Washington Post que la tecnología con ARN mensajero jamás ha dado resultados hasta ahora. Ni una vacuna, ni ningún otro medicamento.

P: Y entonces, ¿por qué se apostó por una vacuna con ARN mensajero para el Covid?

R: Es una buena pregunta. Ni idea, es incomprensible. No tiene sentido. Lo normal después de estar 20 años intentando sacar adelante medicamentos con ARN mensajero sin éxito es que los científicos paren y se pregunten si merece la pena seguir investigando o no. Pero vivimos en un mundo con muchos intereses económicos, y hay inversores que inyectaron mucho dinero, sobre todo en Moderna y en BioNTech. Y quieren que haya una rentabilidad.

Esa podría ser una de las causas. El problema es que se obstinan en insistir en una tecnología que no funciona. Es decir, la tecnología sí funciona, y producir esas proteínas es una proeza técnica y un negocio. Pero luego todo eso no provoca beneficios en la salud.

P: Dice que no se creyó la historia del pangolín y del murciélago como origen del Covid. ¿Cómo cree que surgió entonces?

R: Lo supe por el análisis genético de la secuencia del virus en enero de 2020. Ahí ya se veía claramente que había una lógica de creación humana. Y así es como se crean los virus. Es peligroso. Lo que no entiendo es que ahora, tres años después, la revista Nature diga que la hipótesis del origen animal es casi nula, porque se disponía de esa información desde el principio.

Es difícil de comprender que sabiendo todo esto desde hace mucho tiempo se condenara de forma tan rotunda a las personas que pusieron en duda la teoría del origen animal del virus. Esto ha constituido una censura intracientífica que no tenía fundamento, puesto que no se podían tener certezas. Yo había vivido una falta de interés, por ejemplo, en torno a mi trabajo. Pero nunca he conocido una condena tan rotunda respecto a formular teorías.

P: ¿Considera entonces que ha sido un virus fabricado por el hombre?

R: Para tener la certeza de que es un virus creado por el humano haría falta ver el cuaderno de laboratorio, que posiblemente ya no exista porque se haya destruido. Pero lo que sí es interesante es que se ha visto que hay secuencias que existen en la proteína Spike y en el virus que tienen trazas testimoniales de que han sido patentadas por Moderna en 2017. Cuando se le preguntó al jefe de Moderna cómo era posible que una patente suya estuviera ahí dijo que no lo sabía, y que le preguntaría a los científicos. Y todavía estamos esperando la respuesta.

P: ¿Qué diferencias ve entre la vacuna del Covid y el resto de vacunas que se han aprobado?

R: Hay tres enfermedades para las que la ciencia no ha conseguido que la vacunación sea exitosa ni en animales ni en humanos, porque hay más peligro vacunándose que sin vacunarse. Son el Coronavirus, la bronquiolitis y el dengue.

El problema de la vacuna del Covid es que el cuerpo produce efectivamente anticuerpos, pero no neutraliza el virus. Son dos cuestiones distintas. Por eso para muchos fue una sorpresa cuando se la pusieron, porque pensaban que no se contagiarían más veces ni podrían contagiar a los demás, cuando la realidad es que muchos tuvieron la enfermedad después de vacunarse, incluso varias veces, y siguieron transmitiéndosela al resto. Pero esto no lo explicaron.

Además, otra diferencia es que normalmente se tarda diez años, en el mejor de los casos, en desarrollar una vacuna. En este caso fueron diez meses. Y fue una proeza gracias a los políticos, puesto que los gobiernos aceptaron que los ensayos clínicos no tuvieran lugar en el laboratorio, como se hace normalmente, sino en la población general. Se lanzó y se dijo 'Bueno, a ver ahora qué pasa'.

En ese sentido fue una vacuna revolucionaria. Además, como he explicado, se llevaron a cabo estos ensayos clínicos cuando sabíamos que la tecnología del ARN mensajero nunca había funcionado. Y la última diferencia es que jamás se ha visto una vacuna con tantos efectos secundarios como esta.

P: ¿La vacuna redujo la tasa de mortalidad?

R: En varios países como Israel, Inglaterra y Emiratos Árabes Unidos se constató que cada vez que comenzaba la campaña de vacunación se sufría el peor pico de mortalidad por el Covid. En algunos casos casi se duplicó esa mortalidad. De hecho, el ministro de Salud israelí se sorprendía porque dos semanas después de comenzar la vacunación el 11% de la población dio positivo.

P: En el libro explicas que no podemos descartar que la vacuna pueda ser tóxica, ni tampoco que nos pueda modificar genéticamente. ¿Qué implicaría esto de ser realmente así?

R: Respecto a la toxicidad, es una cuestión interesante, puesto que en todas las vacunas anticovid se ha utilizado la proteína Spike. Y existe una literatura científica abundante que habla sobre los niveles de toxicidad que esta proteína puede provocar.

Y luego, con respecto a la modificación genética, yo prefiero hablar siempre de la modificación del patrimonio genético. Porque es una cuestión que afecta a todo el mundo que recibe el ARN. Las consecuencias pueden ser vertiginosas, y se desconoce el impacto que puede tener.

Lo que sí vemos es lo que está pasando ahora mismo en los hospitales, donde se constata que hay más mortalidad y más casos de abortos espontáneos. Y lo sorprendente es que no se relaciona esto con las vacunas, aunque podría ser una hipótesis de lo qué está sucediendo.

La cuestión es que se alteran las mitocondrias, que son como las centrales energéticas. Se puede producir fatiga, disfunciones en los ovarios y testículos y una alteración del sistema inmunitario. En definitiva, un sistema más débil, que provoca más enfermedades y mayor vulnerabilidad, lo que al final se traduce en un mayor número de muertes.

P: Usted alerta de los numerosos peligros de la vacuna, pero no nos están llegando noticias de que se esté produciendo nada fuera de lo común. ¿Se están silenciando los casos de gente afectada?

R: Me sorprende esto, porque en los países escandinavos, en el norte de Europa y en Israel, por ejemplo, se han paralizado las vacunaciones a los jóvenes. En Israel se constató que había un 10% de las mujeres que veían modificado su ciclo menstrual. Y otro ejemplo sería el aumento de los casos de miocarditis en la población joven, algo que llama mucho la atención porque es una enfermedad poco frecuente.

Luego en la calle hay mucha gente que se queja de estar cansada y de tener vértigos y acúfenos. Y hay también casos de cáncer muy muy agresivos, que se desarrollan tan rápido que no da tiempo a aplicar la quimio. De hecho, el ministro de Salud de Alemania se excusó públicamente por las víctimas de la vacuna, porque las cifras que manejan ellos es que hay un caso grave por cada 5.000 vacunados. Y cuando hablamos de casos graves nos referimos a aquellos que cambian la vida del paciente por completo.

Por eso me sorprende que en España no se vea esto con tanta claridad. Puede ser que seáis una excepción. Ojalá, porque eso sería maravilloso.

[Después de responder a esta pregunta, Henrion coge su ordenador. Hace una búsqueda en español, pero se muestra "súper sorprendida" de que "no hay información" en nuestro idioma. "Si buscas en inglés encontrarás muchas noticias en Google pero si escribes en español no hay noticias", comenta.

Tras varios minutos de búsqueda, finalmente encuentra una noticia del diario Expansión que dice así: "El riesgo de miocarditis en jóvenes aumenta tras la segunda dosis de la vacuna de ARNm". Y se da por satisfecha, aunque apostilla que, de hecho, "el riesgo aumenta con cada dosis, y se va acumulando", lo que es "un indicio de que la causa puede ser la vacuna".]

P: ¿Por qué cree que los Gobiernos del mundo han incentivado a la gente a que se vacune? ¿Qué han ganado ellos?

R: Esto escapa de mis competencias. Son cuestiones políticas, no es algo que me corresponda profesionalmente. Pero numerosos políticos dijeron que la única solución era la vacuna. A pesar de que no había una justificación para centrarse sólo en eso. Podrían haber preguntado a los veterinarios, porque hay muchos casos de coronavirus en animales y ellos saben que las vacunas no funcionaban contra ese virus.

La solución no era la vacuna, sino lo que se hace en todas las epidemias, que son los antibióticos. Hay un estudio que ha analizado la gripe española y otras pandemias que explica que la gente no muere del virus, sino de las infecciones bacterianas. Así que lo que se necesitaba era aplicar el antibiótico, que es lo que ya se hacía sin saberlo en 2019, con los casos que había de coronavirus. Porque en marzo de 2019 el virus ya estaba circulando por el mundo. Se ha visto en muestras de aguas fecales y en pacientes que tenían anticuerpos.

P: ¿Cuál fue la acogida del libro en Francia? ¿Recibió amenazas y presiones de algún tipo?

R: Voy a ceñirme a los hechos, que es lo que a mí me gusta. Lo cierto es que sin marketing, sin promoción y sin artículos periodísticos el libro salió en Francia y fue número uno muy rápido. Se ha producido un fenómeno editorial. No esperaba que un libro científico pudiera suscitar tanto interés.

La pregunta es ¿se hacen muchos amigos cuando se es número uno? Bueno, se hacen muchos amigos y también muchos enemigos. Y hay personas que no dudan en pasar las amenazas y que no entran en la esfera del debate, que es lo que yo propongo. Yo quiero que se lea el libro, se lean las referencias, que solamente son oficiales, y se vea si estamos de acuerdo o no con toda esta evidencia científica. Todo lo que yo digo se basa en hechos que demuestran el fracaso de la vacuna.

P: Algunos críticos le acusan de ser de ultraderecha. ¿Qué opina?

R: Es curioso que digan eso, porque yo nunca he tenido una posición política. Siempre he permanecido muy lejos. Y hablando de ciencia, se me acusa de ser de extrema derecha. En su momento, cuando cumplí los 18 años y pude votar, investigué a todos los partidos y ninguno me convenció. Por eso me considero una huérfana de la política. Están en las antípodas de lo que yo pienso. Así que estas cosas, que son falsas, para lo único que sirven es para descalificar.

P: Dejando de lado el Covid, ¿cuál es su opinión respecto a las vacunas en general?

R: El problema que yo tengo es con las vacunas que han mostrado ser problemáticas, que son las tres que he mencionado anteriormente. Pero a partir de ahí no tengo ningún otro problema con ninguna vacuna.

Lo que sí veo es que los organismos repiten constantemente que las vacunas son la única solución. Y yo soy genetista y conozco la complejidad del patrimonio genético. Y sé que las vacunas no son la solución para todo el mundo. Es un solución entre otras. No puede haber una respuesta única y no se puede imponer la vacunación.

P: ¿Usted se vacunó?

R: Voy a responder de la misma manera que ha respondido el presidente de la República Francesa: es un secreto médico. Y hay que volver a esa idea de que efectivamente, lo es. La salud no tiene que ser motivo de discriminación, ni para acceder a un trabajo, ni para vivir en sociedad.

Me gustaría que mi respuesta fuese una invitación para los demás, para que el resto respondiera de la misma forma que yo y se protejan. Porque además, yo que trabajo con enfermedades genéticas sé hasta qué punto puede afectar la discriminación. A la gente se le estigmatiza y se le pone una etiqueta cuando tiene una enfermedad genética. Se les margina. Y yo estoy muy sensibilizada con el tema.

 

Fuente documental:

https://www.elindependiente.com/futuro/2023/09/21/la-polemica-genetista-que-cuestiona-todo-lo-que-nos-dijeron-del-covid-las-vacunas-se-ensayaron-con-la-poblacion/?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR0El0tG_tWNYybbJ-rI1U9cDYHGK02aNbOGl7se2Ab2NkyC2Zmk_a7zDXI_aem_AQYYA8FS6lKkU4ViPuulKX2Z6llbWeSOC-0NR1Kzk4MYOE7mW47rVeFoTPIEqbzqJMzy05cYd6IcVbeshfpEfetl