miércoles, 25 de marzo de 2015

Al diputado Albano Longo, al caballero de Foro




Carta publicada en La Nueva España - Edición digital

Al diputado Albano Longo, al caballero de Foro
24 de Marzo del 2015 - Jesús Alonso Penelas (Vegadeo)

Estimado Diputado:
Hace apenas unas horas que finalizo esta IX Legislatura del Parlamento asturiano, de la cual usted tuvo el honor de formar parte, en un principio como gobierno, el cual por avatares del destino duro poco tiempo, después formando parte de la oposición.
Hoy quiero dirigirme públicamente a usted, para dejar constancia de mi agradecimiento personal, no solo como parlamentario, sino también como persona.
El azar como usted bien sabe, tuvo la dicha de que nos conociéramos aun sin saber lo que ocurría muchos meses después, fue en aquel mitin de Vegadeo, al cual me habían invitado los miembros de la candidatura local, con alguno de los cuales me une no solo un trato de vecindad, sino también de amistad personal. Hoy quiero recordar que fue mi padre el que me dijo, ¿que vas hacer cuando cierres a la ocho? vamos escuchar lo que nos cuentan los de Cascos.
Quien mi iba decir a mí, que tras aquella coincidencia en el mes de mayo de 2011, muchos meses después, pasaría usted a ser un apoyo fundamental, al tiempo que imprescindible de mi lucha.
Recuerdo aquella tarde del 1 de julio de 2013, cuando recién llegado de la consulta del HUCA, donde me habían confirmado la denegación por tercera vez del tratamiento para mi padre, y sin saber muy bien qué hacer, me puse a recabar información en la redes sociales sobre la intervención de un diputado de Foro en el mes de abril, en base a la denegación de los tratamientos oncológicos, entonces apareció ante mí el nombre de Albano Longo. No se me ocurrió otra cosa que llamar a Hortensia Araujo, concejal de Foro en el Ayuntamiento de Vegadeo, en pocos minutos, ya tenía una respuesta por su parte, diciendo que me atendería cuando quisiera, así fue.
Al día siguiente, tras registra la denuncia dirigida al Consejero de Sanidad en el HUCA, y entregar una copia a los médicos que atendían a mi padre, me fui a la sede el Parlamento Asturiano, solicitando audiencia con todos los grupos, a todas las puertas que llame fui recibido, eso gracias también a la casualidad, y haber contactado con un buen introductor de embajadores, que como bien sabe me ayudo en este cometido y en algún otro.
En aquella primer reunión, donde nos acompañaba a la mesa otra persona de UPyD, a la cual hoy también deseo agradecer su colaboración, charlamos sobre el motivo de mi visita, una primera toma de contacto, que dio sus frutos después de un arduo trabajo por su parte el 12 de septiembre de 2013, cuando por fin, pudo llevar de nuevo al Pleno de la Junta la denegación del fármaco, pero esta vez la avalada con los datos de un paciente. Para mí fue toda una experiencia, aunque debo de reconocer, que esta primera vez estuve algo perdido, pero el tiempo, la paciencia, su constancia y mi tozudez, nos permitieron continuar caminando juntos.
Así que la escena del pleno y la interpelación sobre la denegación de los tratamientos oncologicos, se volvió a repetir nueve meses después, un autentico embarazo, como bien reseño aquel 12 de junio de 2014, pero para entonces, yo era más conocedor del terreno que pisaba, pero sobre todo, había logrado recabar mucha más información. Para mí la reunión en su despacho un par de horas antes, donde contrastamos datos, e incluso me permitió opinar sobre el contenido del texto de su comparecencia, al cual aporte mi punto de vista, es algo difícil de olvidar, aquel día algunas de las palabras que usted pronuncio en la tribuna de oradores, tenían para mí un valor especial, pues eran mis argumentos, a los cuales usted puso voz, era lo que yo pensaba y no solo eso, aquel día juntos pudimos ver al contrincante, que no enemigo derrotado, lo habíamos cogido con el pie cambiado, cuando le mostró el dossier de mi denuncia ante la Defensora del Pueblo. También recuerdo su llamada minutos después de finalizar el Pleno para animarme, porque le habían dicho sus compañeros que había salido muy indignado, ante el comportamiento mezquino, arrogante y miserable de los representantes de los otros grupos del Parlamentarios.
Se puede decir que esta IX Legislatura del Parlamento, la viví muy de cerca, como hasta ahora nunca lo había hecho, pero había motivos para que así fuera. Seguí sus pasos semana a semana, comprobando que a mi modo de ver, cumplió con su obligación como diputado en la oposición, que no es otra que la de ejercer el control al gobierno, y habiendo realizado lo que en el futbol se conoce como marcaje al hombre, en este caso al consejero Faustino Blanco, y logro usted que el rival no pudiera irse de su férreo marcaje en ningún momento.
En su última comparecencia en la Junta General, volvió a demostrar su corrección parlamentaria pese a quien pese, la cual quisieran para sí otros muchos, al advertir al Consejero de Sanidad, que él para usted siempre fue un adversario político, y que nunca lo vio como su enemigo, cosa que el señor Blanco, no tengo claro que lo tuviera a usted en igual consideración.
Pero nada como dejar constancia de su proceder, en el que era posiblemente su último PJG. Así que en su última intervención, no quiso dejar la oportunidad de despedirse, quizás de muchas cosas, pero sobre todo, de un nefasto consejero de sanidad. Por eso que con su permiso, voy a reproducir sus últimas palabras, las cuales dirigió a su adversario político Faustino Blanco González, que no a su enemigo político.
Y mire señor Faustino Blanco, puede que sea hoy nuestro último debate parlamentario, y quiero que sepa que pese a la multitud de veces que nos hemos enfrentado en este Parlamento, estoy seguro que en todo momento tanto usted como yo, defendimos lo que considerábamos que era lo mejor para el sistema de salud de todos los asturianos, tanto pacientes, como profesionales, y que ambos hemos actuado en honor a nuestra verdad, sin embargo, nuestras discrepancias han sido manifiestas, lo que indica al menos una cosa, que uno de los dos estábamos equivocados, espero señor Consejero no haber sido yo quien haya estado desacertado.
Muchas gracias.
Muchas gracias señor Longo por su trabajo, por su insistencia y por haberme permitido conocer lo que significa tener razón en política, pero que el surrealismo que la envuelve nos haya obligado a los dos, más a usted que a mí, a quedarnos con las ganas de obtener en algunas ocasiones el beneficio que solicitábamos, no para nosotros, si no para el resto de la sociedad. Esperemos que los que vengan detrás sean capaces de conjugar la dignidad, el sentido común y de la responsabilidad, como usted lo hizo, para así poder por lo menos igualar la altura de listón, el cual deja usted muy alto.
No sé si es un adiós temporal, o es un hasta siempre, de cualquiera de las dos formas que haya usted elegido, se lleva consigo mi agradecimiento y afecto personal, y sé que no soy el único, pues en el mundo de la sanidad pública, son muchos los que le están igualmente agradecidos, por su trabajo, lucha y entrega.
Gracias como diputado, gracias como persona, gracias amigo Longo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario